Buscando la primera posición del grupo, España que se merendó a Kirilenko y sus colegas, se enfrenta esta noche a una ordenada Israel que aún tiene opciones de clasificación.
No debería de ser rival, pese a que en el último Eurobasket en Serbia nos ganaron. Esta España nuestra, que no juega al ritmo wagneriano y apocalíptico de Saitama, muestra ráfagas de gran nivel y apoyados (de momento) en ellas se va acercando a la hora de la verdad. Esta noche nuestro grupo quedará visto para sentencia, solo sobrevivirán cuatro.
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