
La imagen adjunta explica a la perfección el encabezado de la entrada (pincha para hacerla más grande). No dejan de asombrarme las nuevas generaciones.
Gracias Gema, por la aportación.
Un blog insensato sobre una visión muy particular del mundo (Minisite perteneciente a Clorofila News)
Hace pocos días tuviste el privilegio de asistir a la gira de tu admirado (y mío) Sabina y su pájaro acompañante y amigo Joan Manuel Serrat, ¿Qué tal respiran estos dos elementos?
Pues la verdad es que bastante bien, especialmente Sabina. Serrat no llegó al nivel del cantautor de Úbeda por una sencilla razón: no jugaba en casa. Ya no está ni, la verdad, nunca ha estado Joan Manuel, para cantar en estadios y que baile el personal. Lo que sí me extrañó fue que, al día siguiente, los humanos que hacemos crítica dijesen que “habían tirado de grandes éxitos”. Pues claro. Y eso era lo que se esperaba: hacer un espectáculo divertido para todos los públicos junto a los dos cantautores más importantes de la historia de este país.
Este año he tenido la suerte de ver las 3 reuniones esenciales en la música nacional: Fito & Calamaro, Sabina & Serrat y G-5. Sin duda, la mejor en todo fue G-5 y la peor, con diferencia, en todo fue Fito y Calamaro. Sabina y Serrat se quedan en el medio con la dignidad del oficio.
Fito y Calamaro aunan mucho talento y arrastran en la actualidad mucha gente ¿Qué falló?
Poniendo a su favor el hecho de que era la segunda noche de la gira, en el concierto Fito+Calamaro fallaron muchas cosas. La primera: que fueron dos conciertos independientes. Hay que currárselo más. Yo, que soy bastante más fan de Calamaro (no hace falta decir que supera al vasco en talento y en capacidad musical), no tengo demasiado interés en ver un concierto enterito de Fito. Y lo mismo le pasó al seguidor de Fito con Calamaro, quien, para mi deleite, se dedicó a tocar rarezas del estilo de "Me arde" o salmonadas varias. Juntos hicieron, casi a desgana, 6 ó 7 canciones. Y, segundo, al ser dos conciertos, la cosa duró TRES HORAS. Dios...
Amigos, no a los festivales ni a los bises innecesarios. Los conciertos, para que nuestra atención no se vaya a tomar por el saco, deberían durar, como muchísimo, dos horas y luego disponer de otras dos para tomar cerveza y hablar de ellos. Viva Van Morrison (Apunte: El señor Morrison cronometra sus conciertos)
Hablando de Sabina, en mi humilde opinión está en un serio declive, no por su voz rota, si no por alejarse del pueblo, a nivel dialéctico y narrativo. Es decir ya no cuenta historias como antes, ni cuenta lo que nos puede pasar a todos, cuenta sus cosas a su manera. Sobra decir que me interesa tu opinión al respecto.
Lo primero sería, Jorge, que me explicases qué es eso de “alejarse del pueblo a nivel dialéctico y narrativo”. En mi opinión, es justamente lo contrario: nunca Sabina ha estado más cerca del “pueblo” (sigo sin saber qué significa eso). Una prueba objetiva e incontestable es que el “pueblo” llena sus recitales una y otra vez, cuando en los setenta y ochenta (probablemente cuando tú dices que estaba más cercano al pueblo) no llenaba nada.
En cuanto a la segunda cuestión, aún siendo cierto que Sabina no está al nivel de “19 días” (pero, eso es muy difícil de volver a conseguir), no te entiendo cuando dices que no cuenta historias “como antes, ni cuenta lo que nos puede pasar a todos, cuenta sus cosas a su manera”. Siempre ha contado las cosas a su manera y, te repito, hoy es cuando más está llegando (con canciones viejas y nuevas) al público, es decir, al “todos” más grande. Aún así, sí es cierto que últimamente no ha hecho ningún disco completo que sea impresionante. Pero también es cierto que ha compuesto la mejor canción de su discografía: "Peces de ciudad"
Ah, y su voz rota no tiene nada que ver con el declive. Ojalá unos cuantos más cantasen como él y se dejasen de “técnicas perfectas” y aburridísimas…
Con alejarse del pueblo a nivel dialéctico y narrativo me refiero a que en su evolución ha girado de “pacto entre caballeros” y “princesa” a Garcilaso de la Vega. “Conductores suicidas” o las canciones citadas anteriormente, le llegaban a cualquiera, estas no son historias tan llanas ni de todos, posiblemente reflejen también sus vivencias más personales de los últimos años, más intimista y más oscuro, por tanto más lejano. Con llegar al pueblo no me refiero a llenar un estadio o cincuenta, me refiero a que la gente haga suya la canción y cada vez son menos de la gente y más suyas, cosa que, desde mi punto de vista (y sabes que soy “Sabinista” a muerte), antes no pasaba. En lo de la voz te doy totalmente la razón
Sigo sin estar de acuerdo. La única prueba objetiva de si es más suyo y menos de la "gente" es el número de personas que van a sus conciertos, crean webs sobre él, compran sus discos... y hoy se compra más Sabina que nunca. Lo otro de "hacer suya" o "cada vez son menos de la gente" o "no son historias de todos" son valoraciones tuyas. Tienen cierta respetabilidad porque dedicas tiempo a escuchar música, pero son absolutamente subjetivas.
En mi opinión, no tiene que ver con que hable más o menos a la gente o que sean menos llanas. La única explicación de esto es que las canciones del Sabina actual son PEORES (peores letras, peores producciones, peores arreglos, peores...) que las que escribía en los 80-90. Y ná más.
¿Existe un sucesor de Sabina? ¿Y de Serrat?
Eso es muy complicado, no sólo porque esté o no esté el talento, sino porque, como hablaremos más adelante, los tiempos están cambiando. Sí que existen descendientes de Sabina y Serrat, de mayor o menor fortuna: ahí está Calamaro, Drexler, Serrano, Estopa…
Sabina es un hijo de Dylan y tu eres un admirador confeso y experto analista del cantautor de Minessota, ¿Es el más grande de todos los tiempos? ¿Por qué? ¿Qué opinión te merece el hecho de que le haya sido concedido el premio Príncipe de Asturias? ¿Y por qué después de este galardón su gira no hace parada en Oviedo?
No sé si es el más grande de todos los tiempos, pero sí es el más grande de los más grandes tiempos de la música popular (los 60 y 70). La explicación parece muy sencilla: no hay ningún autor que haya mantenido una calidad tan estratosférica, tan inigualable (musical y poéticamente) como Dylan. Hay muchísimas razones para afirmar esto pero diré las más evidentes. Nadie se ha reinventado tantas veces con tantísima fortuna (del folk al rock, del rock al country, del country al folk rock, del folk rock al gospel… creando géneros a partir de canciones). Nadie ha compuesto tres discos tan impresionantes y con una influencia indiscutible como “Highway 61 Revisited”, “Blonde On Blonde” y "Bring it all back home" en tan poco tiempo (no más de 2 años). Nadie ha escrito algo semejante a “Blood on the tracks”, “Time Out of mind” o “The Basement Tapes”. Nadie ha hecho una gira de un nivel absolutamente increíble como “Rolling Thunder Revue”. Nadie ha hecho un tour tan revolucionario como cuando se convirtió de folkie a rock en el bienio 65-66. Podría dar mil razones… pero freno.
Creo que hace muchísimo mejor al premio. Y, aunque no venga (eso está confirmado ya), deberían ir el príncipe y Graciano a dárselo a Duluth.
No toca en Oviedo porque en Oviedo la palabra “concierto de calidad” está muy mal vista. Y tampoco hay pasta, y Dylan sin pasta ná...
¿Existe un sucesor de Dylan?
Sucesor… ésa es una palabra muy complicada, más bien diría descendientes. Jack Johnson, Warren Zevon, John Mayer, Tom Waits, Springsteen, Petty, Elliot Smith, Elvis Costello… es que Dylan ha tocado tantos estilos que cualquiera con inteligencia y talento puede considerarse su descendiente…
Pregunto por los sucesores por la siguiente razón, creo que el vacío de nuevos talentos es un agujero negro (creciente segundo a segundo) que nos condena a exprimir gota a gota lo que queda en activo, cito algún ejemplo: Springsteen, los Rolling, Knopfler, Clapton el propio Dylan etc...
No estoy de acuerdo contigo. Creo que ninguno de los que nombras, excepto Springsteen, tenga mucho que contar en la actualidad. Los Rolling, Knopfler, Clapton o Dylan (con sus diferencias de talento, claro: Knopfler no llega ni a músico de sesión de los otros), viven, como es lógico, de sus mejores épocas. Ahora, lo que hay que hacer es preguntarse: ¿nos dedicamos a escuchar a nuevos músicos o, simplemente, tiramos de los de siempre? A mí me pasa eso: me suele dar pereza escuchar nueva música, prefiero poner el “McCartney” de McCartney o el “Paul Simon Songbook” o "Anthology" de Los Ramones. Me dan la oportunidad de cantar en calzoncillos en casa. Pero, ¿eso significa que no hay talento en las nuevas generaciones? No, eso sólo significa que a mí me da pereza poner un CD de un artista nuevo.
Por ejemplo, Amy Winehouse, Franz Ferdinand, Ron Sexsmith, Norah Jones, Flight of the conchords, Carla Bruni, Cat Power, Rufus Wainwright… son gente de enorme talento pero, claro, hay que tomarse la molestia de buscarlos y darles oportunidades (a Dylan le abuchearon mil veces). Encima, pa más cachondeo, no aparecen en los anuncios y son jóvenes que tienen que demostrarlo todavía en una sociedad muy complicada.
Lo de Knopfler tiene una argumentación, ¿o solo es para hacerme hervir la sangre? Podría hacerte una defensa a ultranza del escocés, pero podrías tacharla de subjetiva. De todos modos recordarás que el mismo Dylan le llamo a principios de los 80 para colaborar con el en Slow Train Coming. Y la verdad, en esa época Mark Knopfler no tocaba ni la mitad que ahora
No, te lo digo en serio y argumentándolo. Vale, Mark Knopfler es un gran músico (eso, indiscutible) pero no más. Alguna canción, un disco (el primero de los Dire) y muchas demostraciones de ser un maestro tocando la guitarra. Los discos de los Dire han envejecido fatal (repito, salvo el primero y alguna canción). No hay problema: casi nadie puede decir lo mismo.
Eso sí, para jugar en la Champions (Dylan, Rolling, Clapton) hay que tener algo más.
¿Hay alguien llamado a marcar décadas? ¿Cuál es el factor, donde está el punto de inflexión que mató el talento?
Sobre la primera pregunta, ni idea, eso, en mi opinión, siempre se juzga a posteriori. Aparte, hay artistas que marcan décadas pero no lo hacen hasta que mueren o hasta que se son viejunos, o sea que fíjate tú qué putada.
Hay tres momentos claves en los que el talento se machacó, que he discutido mil veces con mi buen amigo Antonio Rico. El primero, la aparición de “Saturday Night Fever” y toda la basura de música disco y música ochentera que vino después. Ya, a mí también me gusta escucharla un sábado por la noche, pero sólo se sostiene como un divertimento de cierta calidad (que tampoco es poco, pero no vamos a sacralizarlo). Todo “Studio 54”, aunque diese mucha más felicidad bailonga, se quema, cual vampiro, ante la luz de un “Sgt Peppers”, un “On the beach”, un “At Folsom Prison” o un “Let it bleed”, por poner cuatro ejemplos manidos.
Los segundos grandes momentos fueron la aparición del CD y, consecuentemente, el MP3, como muy bien comentaba Paul Simon recientemente en la televisión pública norteamericana. Mientras que el vinilo te pedía una concentración de veintipocos minutos (una cara) que exigía del artista coherencia y talento (además, si no le gustaba, al usuario se le pedía levantarse y cambiarla), el CD te pide cerca de 74… mucho pedir (y además ya sólo hace falta tocar un botón del mando si te aburre). Por eso, aparece el MP3 que no necesita nada del escuchante: duran unos minutos, se colocan en el orden que quieras y, si no te molan, los cambias a toda leche. Por supuesto, esto destroza el concepto de LP. Los que importan, en tiempos del MP3, son los singles y eso no da para hacer grandes discos, sino para hacer canciones de consumo que "te pongan" desde la primera vez que las oigas (para entender "Songs of Leonard Cohen", tienes que escucharlo enterito muchas veces y, encima, traducir las letras...).
Además, y probablemente la razón más importante de las que me vienen a la cabeza, está la transformación de la sociedad occidental en una sociedad consumidora. Ahora no somos sujetos, sino consumidores (o usuarios, para ser más exactos) y, por tanto, todo lo humano es consumo. También las canciones.
Un ejemplo para entender lo que digo. Los Beatles, en pleno apogeo, sacaron 3 discos brutales para la música en tan solo 3 años (“Rubber Soul”, “Sgt. Pepper” y “The Beatles”). Eso, hoy día, sería imposible. Un artista nuevo lanza un disco y tiene que presentarlo, promocionarlo, hacer un video, un webcast, dar conciertos, sacar una edición especial… incluso, aunque tenga material cojonudo para muchos LPs, su agente probablemente se lo vaya dosificando para conseguir la mayor pasta posible… Por eso, es muy difícil comparar la música de los 60/70 con la actual, las condiciones son radicalmente diferentes. Y menos aún ponernos tremendistas cuando, probablemente, la responsabilidad no esté únicamente en la falta de talento de las nuevas generaciones…
El panorama musical español es especialmente desolador, al menos a mi me lo parece, ¿Qué opinión te merece que Quique Gonzalez o Ismael Serrano, por ejemplo, vendan lo que venden, y lleguen Soraya y Bustamante, y vendan lo que venden?
Bueno, ésa es la eterna cuestión. ¿Por qué venden más los humanos con menos talento? Por ejemplo, Javier Krahe tiene una poética potentísima y no vende un puto disco. Al final, todo se centra en una cuestión de opciones. Vender con “standards” o ser creativo y vender menos (aún con excepciones como Fito). Pero no debemos caer en el error de pensar que esto sólo pasa en nuestros días. Luis Aguilé o Fernando Esteso o Pedro Ruiz o Emilio Aragón vendían discos a retorcer mientras Hilario Camacho o Paco Ibáñez o Lluis Llach o Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán pasaban “fame”.
Ah, por cierto, en general, el panorama español siempre ha sido desolador, pero no podría ser de otra manera: la música popular viene de EEUU e Inglaterra y aquí, mientras los Kinks o Lovin Spoonful creaban algo, nosotros cantábamos "Campanera " con Joselito. Aunque, claro, no se me pueden olvidar a "Los Bravos", "Los Sirex", "Mike Y Los Tonys", "El dúo dinámico"... por lo menos lo intentaban.
En España se ha desatado una fiebre de retornos de grupos de los 80, de homenajes, de versiones ¿No hemos avanzado nada? ¿Es este fenómeno un reflejo del vacío existente?
No, como muy bien apuntaba McCartney últimamente, ni “vacío” (no te entiendo), ni “avanzar” (tampoco te entiendo): el tema “revival” sólo está relacionado con la pasta. ¿Quién tiene pasta y todavía le gusta ir de marchoteo a un concierto multitudinario, donde, por cierto, más pasta se gasta (entrada+cerveza+…)? Pues los humanos de 30 a 50. ¿Y qué música les gusta? Pues la que escuchaban cuando eran más jóvenes. Y punto pelota.
Sobre los homenajes y versiones... nada nuevo en el mundo de la música.
Pues me explico, con mayor o menor fortuna los 80 en España fue un torrente de creatividad donde salieron grupos para todos los gustos, esa explosión musical, esa variedad de estilos se ha parado a medida que ha pasado el tiempo y ha derivado en el desvarío actual y la monotemática. Dejando un vacío creativo importante limitado a cuatro o cinco grupos/cantautores que le dan un mínimo de dignidad al panorama. Es decir de tener una fauna sana y variada, a anquilosarnos en triunfitos, radio fórmulas, estándares etc... No solo creo que no se prolongó esa fertilidad, si no que se agotó.
No estoy de acuerdo. Los ochenta estuvieron bien, cierto, pero fueron la excepción a la regla, aún habiendo mucha mierda hoy sacralizada.
En un país como España, la cosa no da pá más.
Volvamos al extranjero para los que se quieren iniciar, ¿por donde se empieza con Dylan?
No sé por dónde se empieza con Dylan. Eso suena a preguntarme qué es lo primero que debería visitar un turista que viene de viaje a España o por dónde empiezas a tocar a una mujer en la cama. Depende. Yo, personalmente, mi primer Dylan fue “Blonde On Blonde”, pero también se puede comenzar con “Desire” o por “Highway” o por… no sé, la verdad, no sé.
¿Y qué tienen que descubrir los ya iniciados?
En mi opinión, la época “gospel”. Yo soy ateo pero estoy seguro de que si hubiese crecido con “Slow Train”, “Saved”, “Shot Of Love” y “Street Legal”, ahora estaría levantando las manos al cielo para alabar a Jesucristo (y a su madre). Praise the Lord!!!
También eres un declarado fan de los Beatles, ¿Crees que se les da la relevancia que realmente merecen?
Sí. Fuera del folclorismo del “revival”, creo que se les reconoce sobradamente (a pesar de algunas voces petardas que no entienden nada) su enorme importancia en la Historia de la canción popular.
Desde los años 50 hasta la actualidad, quédate con una década.
Los 60.
En tu blog además de colgar los artículos del periódico, haces críticas de cine..Recomiéndanos cinco películas imprescindibles.
Uff… Esto es como decirme que me quede con mis cinco dedos favoritos. A bote pronto:
“El apartamento” de Billy Wilder, “Agarralo Como Puedas” de ZAZ, "La noche del cazador" de Charles Laughton, “Delitos y Faltas” de Woody Allen y “Blade Runner” de Ridley Scott.
Y un par de libros
Otra preguntita que… bueno, ya que hablamos de cine:
“Mi último suspiro” de Luis Buñuel y “Diccionario de cine” de Fernando Trueba.
Que le se le puede ocurrir al bueno del Dr. House con 40 candidatos para seleccionar tres puestos vacantes... interesante propuesta para el inicio de la cuarta temporada, el 29 de Septiembre salimos de dudas (en USA)